Cada noche
como de costumbre,
ella solía buscar
una sonrisa que fué pasajera,
miradas que su cuerpo
quisieron explorar.
Ella disfrazaba su rostro
con maquillaje de Felicidad.
Vivía el momento
regresando a casa
ocultando sus lágrimas
y un sollozar .
Dormía de día y cada noche
su rostro volvía a pintar.
Buscando amor en la calle
encontró un mundo de falsedad.
Una Copa de vino
que la hicieron sonreír,
una almohada en su cama
esperando su llegar.
Sencillamente..Dámaris Mego.
Honduras c.a..
Derechos Reservados.
21/6/17.
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