Todo en la vida es cuestión de enfoque,
saber discernir es el gran dilema elemental.
Más allá de los sentimientos que provoque
saber ver lo que nos rodea es lo fundamental.
Y así,cual fotógrafo esperando la toma perfecta,
en las cuestiones vitales centramos nuestro objetivo,
colocando todo en la posición necesaria y correcta,
para que nada nos resulte impreciso ni esquivo.
Con paciencia y perseverancia el momento preciso
llega a nuestras vidas como el sol de un buen atardecer,
exponiendo nuestra calidad humana y el compromiso
de asumir los riesgos naturales de nuestro proceder.
MARCELA BARRIENTOS 26/06/2017 Copyright
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ARGENTINA
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