DESTINO
Antes de decirte adiós
deja que mi corazón, te hable,
no me des crimines
por enamorarme,
cruel el destino
te puso en mi camino,
como un recuerdo muerto
surges en la niebla
de mi memoria,
del panteón de otro tiempo
donde tú, ya eras
todo el espacio,
ondeo en los latidos
de este musculo endurecido
y escucho, tus silencios.
Cierro los ojos, y soy feliz
guardo en la piel de mis adentros
la patogenia de tus besos,
las heridas de cada caricia
que me dispensaste,
cada llaga, de tus sentimientos
cada lagrima de tu sexo,
cada llanto, de tus orgasmos
cada tristeza, de nuestro cansancio,
cada ahogo, sosegado
en la calma de tu cuerpo.
Ahora que estoy aquí
contigo y el destino,
deja que mi alma
hable de ti,
se, que duermes
abrazada a la almohada,
en la búsqueda
de un sentir extraviado
en la madeja de tu ser,
que aveces, le gritas
y le lloras,
que cansada en tu recuerdo
duermes el secreto
de un amor dormido,
que ríes con los niños
llorando con los ancianos,
que quieres volar
y tu realidad, te lo impide.
Que te desnudas, a la intemperie
de la naturaleza,
que ella te abriga
y de flores que adorna,
que te enamoras y fracasas
fracasando enamorada,
y a escondidas, lloras
tus arrepentimientos.
que miras el universo
entre tu alma
y las estrellas,
buscando a tu Dios,
y cuando te miras al espejo
sientes miedo
al reuma del tiempo.
Ahora que estoy aquí
contigo y el destino,
si alguna vez perdidos
nos cruzamos entre la gente,
solo mírame, lee en mis ojos
la orfandad de mi sentir,
la culpa de no tenerte
mi alma apresada
en el tiempo de tus olvidos,
el infierno que sin ti, vivo
y el mar de mis lagrimas
que en el silencio
me ahoga.
Si alguna vez, sentada
en un café,
cayese en los abismos
de tus ojos,
déjame, beber de tu mirada
hidratar me de tus silencios
sentir tus latidos,
el amor que retienes
tus plegarias calladas,
ser, el destinatario
de tus risas y tus labios,
del ruego de tus plegarias
de tus obras y tu Dios,,
luego, déjame al destino
sonrieme y dime adiós.
FRANCISCO CEDRÁN.
POETA URBANO
bello poema poeta
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