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miércoles, 28 de junio de 2017

UN BESO TUYO

“El primer beso no se da con la boca, sino con la mirada”.
Tristan Bernard.

“El más bello instante del amor, el único que verdaderamente nos embriaga, es este preludio: el beso”. Paul Géraldy. 

“Un mundo nace cuando dos se besan”. Octavio Paz.

“El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada”.
Gustavo Adolfo Bécquer.

UN BESO TUYO.
©Todos los derechos Reservados del Texto. 27/06/2017.
Autor: Manuel F. Romero Mazziotti Tucumán Argentina.

Le prometí a mi alma que te besaré.
Con resabios de recuerdos que me dejas cuando me miras y te sonrojas
cuando llegas, tú una mariposa rosa llena de candor, labios de rosas rojas.

No es la necesidad de retenerte, porque nunca te tuve.
Quiero mío el milagro cierto que me lleve indefenso a tu amor y ternura
en el crepúsculo de tu aliento fresco, dulce, cuando te bese con premura.

Pero no quiero un beso robado, lo quiero tibio y tuyo.
Y lo sientas entre nuestras bocas, donde el otoño morirá en primavera
entre el temblor indetenido de nuestros cuerpos, ya rotas las quimeras.

Eres un sol, que ilumina el ocaso de mi vida.
Vas a rendirte a mi amor entre una dulce obsesión de ternura palpitante
cuando abrace tu cintura menuda respire y bese tu cuello, suavemente.

Te besaré y te amaré, entre gemidos acunados en la brisa.
Me miraré en el cielo de tus ojos, corazones juntos latiendo en rebeldía
en la dulce sensación del amor correspondido, y saber que tú serás mía.

Muero por desatar el trigal de tu trenza de oro.
Y sentir casi una lluvia de pétalos en mis manos tibias que buscan amarte
entre una alegría inesperada de mi alma, y cubren tu rostro transparente.

Voy a desnudarte en la penumbra, dulcemente apasionado.
Verte y sentirte, será un ensueño, un desatino que deslumbrará mi vida
aquella de los otoños perdidos , renaciendo entre mis cenizas, vida mía.

Poseerte será como naufragar en un mar calmo.
Un canto a la pasión desatada, recorriendo senderos de amor y deseos
bebiendo tu mirar tembloroso de gozo, de tus pupilas de mar y de cielo.

Y así será, en alguna tardecita dulce y diferente.
Me has de dar tus besos, amor, pasión, y yo te amaré así, serenamente
y extasiarnos en el delirio del amor correspondido contigo, para siempre

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