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sábado, 3 de febrero de 2018

Un grito


Un grito 
Días de noches largas, amaneceres fríos de nudos en la garganta, el viento me atraviesa y me lleva a la soledad de mi alma, aquí estoy encerrada pensando que me espera, ellos me atrapan, me llevan a lo más profundo de mi alma, son cómo olas gigantescas del océano enfurecido, bramando el dolor de tu ausencia, una luna de sangre, llena, para volverse azul sobre mi cabeza. Mis ojos se humedecen hasta derramar lágrimas , un hipo continuo me hace gritar lo mucho que te amo en el encerramiento de mi alma. Qué lejos estás vida mía ! Ojalá pudiera enhebrar las estrellas con hilos de oro y plata con los que bordo tus iniciales para descoserlas y volver a empezar , es querer apagar la sed de un corazón solitario, el pensar que estás muy cerca de mí, porqué, porqué me tuve que enamorar de ti ! Mi mente clama tu nombre, busco tu cuerpo y no lo encuentro. Eres ésa llama sin fuego, sólo tengo cenizas, rescoldos de vidas pasadas junto a ti, ésos labios bien marcados, tus ojos color avellana con rasgos verdes con la luz. Mis manos buscan la piel de tu pecho caliente, cómo si estuviera apoyando las palmas contra el caliente cristal por los rayos del sol, reflectando en mí tu energía. A veces me enfurezco, las golpeo como si ellas tuvieran la culpa de no poder besarte cada poro de tu piel, besarte tus pies haciéndote cosquillas, riéndome a carcajadas al llegar a un crescimiento por las caricias en tu piel , me río ordenándote, vamos vida mía no te duermas! Enarbolemos, mi alma te espera, extraña tus besos cómo las cuerdas de una guitarra ó el violín necesita el arco en las cuerdas, sobre el nervio de su arco, haciendo brotar magistrales notas en clave de Sol 🎼 o Mi. 
No sé amado mío, porque te siento tan cerca de mí, esa timidez , gallardía, él sentirme mujer amada, enamorada, llena de ansiedad por amarte hasta lo más recóndito de tu cuerpo, el ser valiosa para ti, un orgullo que tú creaste día a día, el ser mi águila al cual espero, el rayo de sol en mi mirada, la oración de mis de mis noches cuándo apenas tengo fuerzas para seguir. Te llamo con mi corazón hecho trizas, pensando qué es mía la culpa, más lloro y grito en vano. A veces me pregunto... qué narices hago aquí ! Llevándome las manos a la boca y no aullar cómo él lobo, enfurecerme con todas mis fuerzas. Te amo más que a mi vida, tú hiciste qué volviera a galopar siendo un potro salvaje, tú eres mi capitán marcando el rumbo, yo soy las velas que izan con el aire, para perderme de nuevo en tu alma sin iniciales en hilos de oro, somos dos soñadores en una misma alma, compuesta de trillones de microscópicas células en la explosión de las estrellas. Tú eres mi sol, la luna, yo tú tierra, la cueva de tu marfil.
Autor Sonsoles Sotomories 
Derechos reservados de autor

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