Quisiera, quisiera...
Donde estarán las mariposas perdidas
que como besos volaban en mi boca,
si tan solo deseo ser
el consuelo junto al despertar de tus labios,
como beso amado perdido en tu cuello,
quisiera ser la prosa de tus latidos,
el aire de los besos de tu boca,
quisiera ser el mar,
que acaricia tu piel desnuda,
quisiera ser la brisa,
que sonroja tus mejillas y juega con tu cabello.
Quisiera…
ser el aire para colarme entre tu boca
y besarte los suspiros,
quisiera ser la huella de tus locuras,
la voz de tus gemidos,
el palpito de tus entrañas
y reconstruir el hondo silencio,
donde quisiera atrapar las palabras
que en un vuelo quedaron perdidas,
quisiera fundir los ayeres lejanos,
saborear los presentes,
abrazados a las sombras de las estrellas.
Quisiera…
ser ese beso que se desploma en tu infinito,
el hondo silencio que acuna tu boca,
tu colchón de plumas de nubes y risas,
relámpago de la flor del jardín de tu secreto,
quisiera ser gota de lluvia que moja
y recorre tus senos,
quisiera,
quisiera ser la flor en tu ciruelo,
quisiera ser la voz
y la palabra que termina escrita en tu terciopelo.
Terminar con lo interminable
Y nunca más volver a llorar en el muro ciego,
hombre solo soy,
polvo de huesos perdidos,
hoy quisiera terminar con la palabra del miedo,
cogerte de los besos
y acurrucarme en tus labios
para volver a vivir pensando en ti,
un hombre solo soy,
un hombre bajo el arcoiris de tus ojos,
un hombre que cultiva mariposas en la boca.
Ricardo Martín Lemes Derechos de Autor © Lanzarote Islas Canarias España
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