El abrigo de tu cuerpo.

El abrigo de tu cuerpo. 

Tu cuerpo como abrigo,
como rios sinuosos 
de placeres escondidos. 

Me gusta tu nombre;
hacerlo crujir en mis labios.

Dedicarle unos versos
con palabras cálidas
que hielen tu sonrisa. 

Te siento cerca aun sin estar. 
Cuando tengo tu abrigo,
pueden haber tempestades;
mas yo no las siento.

Solo el fragor de los versos
hacen que tiembles,
que sientas la sinrazón 
de ésta oferta que te hago. 

Por muy tormentosa 
por mas enconada que sea
mas cerca me sentirás
de esa forma te tendré. 

jaime alfambra 
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