LOS ZAPATOS
Los zapatos tienen hambre,
tienen sed de corazones,
sus cordones son jirones,
suspendidos del enjambre.
Cansados de los rumores,
de delirios en los egos,
van sus pasos andariegos,
a mezclarse en los clamores.
Tienen hambre de justicia,
del andar sin más dolores,
del pregón de los amores,
del reír de una caricia.
Los zapatos desgastados,
lloran pasos dolorosos,
y son recuerdos virtuosos,
sembradíos encantados.
Achatados por los vientos,
y espumas de las mareas ,
sus suelas sobre las breas,
hurgando los desalientos.
Otrora viejos senderos,
armonía de afanes,
misteriosos sus desvanes,
almizcles sin derroteros.
Los zapatos desgastados,
ayer nuevos y felices,
libres cuan bellas perdices,
misioneros engarzados.
Zapatos desarropados,
muy cansados y anchurientos,
extasiados y hambrientos,
faroleros engarzados.
Autoría:
Hortencia Aguilar Herrera.
todos los derechos reservados,
México.
Otoño 2017.
Fotografía: Hortencia Aguilar Herrera.
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