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jueves, 18 de abril de 2019

Sagrados corazones Almas grandes

Sagrados corazones
Almas grandes
Madre vamos llegando
donde unos años viviste con 
tus compañeros llenos de luz eterna cubriéndose en amor incondicional.
Los ángeles con voluntad
contagian sonrisas
impregnado en la esencia que desprenden nuestra presencia de amor apasionante al vivir.
Alimentando el alma que con el paso de la vida perdieron fortaleza en sus vidas, pero con fragancias de nuestra sonrísa envuelta en el eterno amor incondicional sonríen con fuerza en tu corazón.
Un angelito en su nuevo hogar sobre noviembre llegó, Madre, llegaste a conocer poquito de tan bella alma que conversaciones más gratificante para el corazón lleno de ti, Madre.
Abrazos que hacen brillar sus ojitos alegrando el alma
conversaciones de recuerdos de familiares
viven en pueblecito a la falda de la montaña donde los niños fabrican los sueños con la ilusión de grandes sonrisas en las miradas del mundo que nos rodea.
Seguimos nuestra visita por los pasillos donde convivía,
Madre, con tu bolso siempre
lleno de cosas sin sentido
te hacían feliz.
Está algo paticas arriba
las obras del nuevo asilo
tu residencia en mi ciudad las que nos vio pelear la vida
No terminamos de asomarnos ya me nombran
míralas tan bonicas elegantes en miradas llenas de alegrías en el alma.
Ahí tus compañeras de sala
preguntan por la familia
Madre recuerdan a tu nieta
¿estará grande? preciosa tu niña entre bendiciones alaban a nuestra niña sonrió ente abrazos y cantos de corazones ardiendo en ilusiones de vivir.
Vamos a seguir visitando a todas, Madre, nos reclaman más compañeras entre cantos en italiano sonriente abrázamos el alma
no pueden evitar sonreír
entre bromas dibujamos sonrisas en miradas que nos miran abrazando nuestra alma, Madre.
Vamos despidiendo aún faltan por visitar las chicas de arriba el tiempo es muy cortito, Madre. Volvemos con dos ángeles de luz
visitando a sus madres
colaboran alimentando sus cuerpos alimentan de amor.
Van justo a la habitación de Antonia, mi querida amiga fiel, mi amor. Chico me dice entre su carita brillante de luz en sonrisas del amor
tan mágico que iluminó
una gran sala de amor
entre canciones del corazón directas en el alma.
Mi Antonia, sonriente ante la vida, el fruto del sentir belleza en el mundo. Cuanto
te quiero Antonieta en mi corazón vas y del mi luz vida te da en sonrisas y grandes abrazos, ojillos del azul inmenso del mar y los cielos.
Nada más verme se abrazo también llego después
de tu partida Madre. Me tiene un cariño tan grande
cada vez que siente mi ser
pequeñitas lágrimas de alegría sobre su mejilla besos tan grandes entiende que no pueda visitar tanto como mi alma demanda.
Al girarme ahí esta mi niña
amor en pequeña fragancias
Virtudicas, alegra el corazón al vernos enzarzados en grandes abrazos llenos de sentimientos Virtudes. Mi hija pequeña en adopción de mi corazón y alma.
Ana, mira me asiento a su lado acaricio la espalda
se abraza a mi alma. Rita, mi guitanica dos grandes besos
Ahí mi Virtudicas...
Haz caso a Madre superiora, ella cuida cada alma
de un hogar llenito de soles dando su vida por almas llenas de amor como los ancianos al sagrado corazón de dios.
Gratificantes corazones regalan amor incondicional dando luz a las almas ancianas del corazón
donde un día madre también lo dieron a tu corazón y mi ser amado de la luz que desprenden los soles que Dan vida cuidando los últimos años en amor
incondicional de dios.
Madre, mía que me diste la vida.
Autora
Carolina Úbeda
Derechos reservados
España
Fotografías imagen Carolina

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