TE VI
Estaba distraída en el camino y de repente mis ojos te vieron.
Tu corazón me sonrió y tu sonrisa me tocó.
Me llamó, como llama un chico a un hermano para que lo guíe, o a un amigo para que lo contenga.
Me sonrió tu ser y a partir de ese momento olvidé mis lágrimas y comencé a sonreír contigo.
Te escuché y te guardé muy adentro, solo para mí.
Tu sonrisa me gritó silenciosa, tomándome suavemente del hombro.
Entonces giré mis ojos y pude verte como nunca te había visto.
Comencé a sonreír después de llorar mucho; después de muchos intentos forzados en un reciente pasado.
Otra vez pude desde el alma sonreír.
Como una niña, sin pensar en nada, volví a reír solo para ti...
Diosma Patricia Davis
Copyright 2019. D.A.R.
13/09/2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario