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jueves, 20 de febrero de 2020

LETARGO DE UN POETA

LETARGO DE UN POETA

Eternos son los llantos de las letras,
impotentes son los rezos de un poema,
inermes las hojas se desgarran en imponentes y gélidas palabras.
Llora el poeta, lloran las hadas,
y las ninfas se desgranan en los ecos de los soles y las lunas.
Lagrimean de dolor las hojas secas,
sucumben los rosales y las rosas,
ante la lívida y cruenta risa de los mares,
de los mares que irrumpen las sombras de la noche,
y ahogan los días en su cruel melancolía.

Duermen las horas en el tiempo del pantano,
sueñan las aves cuán insípido regreso,
y tiemblan los rayos en las raíces del viento.

Se alinean las aguas en las fauces de los ríos,
son los lirios incapaces de beber algarabías,
ruedan cristales de los ojos de la rosa,
sobre las nubes de un cielo que no concibe las miserias de un infierno.

Pasan las horas en el reloj del olvido,
despierta el poeta somnoliento,
y grita en silencio su gratitud y su entrega,
después de un letargo de indiferencia e inercia,
al amor y a la flama de su alma y de sus letras.

Autoría:
Hortencia Aguilar Herrera,
todos los derechos reservados,
México.

Imagen tomada de la red.

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