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domingo, 5 de abril de 2020

El divorcio

El divorcio

Palabra hermosa para unos,
amarga tragedia para otros,
espina en la vida de algunos,
un amargo dolor en nosotros.

Ayer, cuando éramos novios,
todo era sonrisas y alegrías,,
más tarde, se crean agobios,
viajando en horas sombrías.

A veces la mujer y el hombre,
esconden, extrañas mentiras,
el amor se queda sin nombre,
quemado, en ardientes piras.

El divorcio genera rencores,
deja al ser como una piedra,
junto a la ira, crea temores,
que trepan, como la hiedra.

El divorcio impone barreras,
ata la razón, con la vanidad,
se derrumban casas enteras,
dejando triste boda y ciudad.

Si somos solos no importaría,
pero los hijos culpa no tienen,
de un desacierto que dejaría,
maldades, que a solas vienen.

Antes, de por siempre unirnos,
todos, debemos pensarlo bien,
no podemos de celos morirnos,
ni poner la traición en vaivén.

El divorcio nos daña la vida,
él destruye y asesina el amor,
produce una inmensa herida,
en el alma un profundo dolor.

No dejemos que el amor muera,
olvidemos el daño que hicimos,
eso puede ocurrir a cualquiera,
si con aquello, todos perdimos.

Los anillos se fueron al suelo,
una promesa a Dios se perdió,
ponemos a la necedad un velo,
la atracción en la nada quedó.

Gerardo Vásquez Almazán
Tumbaco, Quito, Ecuador
Abril 4 del 2020
(D.R.A.)
Imagen tomada de la Web

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