Páginas

jueves, 9 de diciembre de 2021

Hoy sentí…

 Hoy sentí…

Hoy sentí tu luz en mi madero,
lejana sombra de luz que amor aclara,
y en virtud de mi Sol, mi sol primero,
en la marea seré, náufrago y vara…
Hoy sentí el color del Universo,
paciente trova de luz, de amor inmerso
candente ruina de sal, derecha trova
candela del amor, cantil, recova…
Hoy viajé unos metros, siendo quedo
océano infinito que el mar ambiguo espera;
hoy sentí, mi amor por el prurito
del deseo de morir, Oh no! sin primavera…
Hoy nací, recluido en tu silencio,
amorfo en melodías, vuelos aciagos
soles, senderos de algoritmo, halagos
prontitud de cebar, arder en brío…
Hoy desaparecí del mapa. Mi boca se templó,
aguardó la calma mi agonía, y batalló enfermo
de silencio, mi rotundo bálsamo cabrío
enfermo de sigilo, de bautismo, de precario yermo…
Que la voz aciaga de tu nombre, disponía
y tu sombra, el vino del ardor presto iluminé
cual clepsidra herida de mi boca.
Mi amor turbado en música celé…
Hoy desperté, como una piedra cobarde
en tus orillas. Una boca herida de tu prez.
Un incauto amanecer de boca helada,
un sordo animal que se parece a un pez.
Hoy fui trastrocado en último arenal,
perdido en la sombra que mata mi caudal,
efebo de tu claro, viento del maizal
que tus cabellos doran, en el arduo trenzar…
Tocaré, herido en mi almenar, contigo la silente,
copia del burdel, que amaga íntimamente
el eco de tu flor, altiva cumbre egregia,
sombra de sudor, y golondrina regia
que tu clara mudez, herirá dolosa,
el júbilo, virtuosa, de una altiva flor
perdida en el dolor, de contener la gracia,
distinta del tropel, que aguarda en el amor…
Incauta golondrina, moriré en tus labios
presuntuoso de amar, aquellos nobles sabios…
Alejandro Rodrigo Flagel

No hay comentarios:

Publicar un comentario