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martes, 21 de diciembre de 2021

Rosicler, andando tu hermosura

 Rosicler, andando tu hermosura

Róseos pechos andando nieve helada,
afortunada sombra que me invade
rojos labios encienden marejada:
de tu cuerpo nevado que persuade…
Cárdenos pendones en álveas rosas,
resiste tu pezón privada burla,
y erige de tu cetro, blanca perla
tu cuerpo domeñado que rebosas…
Aleve finitud tu blanca Aurora,
eleva por doquier mi rosa enhiesta
y en tu júbilo prever, rosa presta,
marginando donceles, con soltura,
penetrando el sabor, rosa inaugura
tu perfume es estilo, áurea nieve:
que tu púrpura ciega en tu figura,
adentrando el placer, tu boca aleve…
Sorteando la mirada de tu palio,
helada sinestesia en tu blancura
tus muslos queman aire, bravo mar,
tu goce admite de tu lira amar
desde tus bellos labios, me hace preso
el alba en ruiseñor, templada afirme,
tu cintura ebúrnea de jazmín firme,
ademán de tu claro, de mi beso…
En el Oro, cabellos me resguarda,
mi solícito empeño, rojo tacto;
que la boca de plata, tu contacto,
premura es, de fruta, que me aguarda…
Labios de coral, tu boca desea,
añadir tu frescura bienamada:
labios de rosal, que tu boca arrea,
de tu beso intacto, mi apasionada…
Condenado lirio por alba firme,
turgencia helada, que tu cuerpo crea
labios, azores, cascabel emplea,
que blanda cetrería me reafirme,
para cantar Campana de alegría
tus rosas en tus risas me descubre,
cual aliento mancebo, quien te cubre
tu jazmín, en tu cuello, labio enfría,
Y tu Cisne, en la brisa, por tu pluma,
fue mirada: y espejo que consuma…
Sirena…
Ojos dulces, Sirena: en tu Océano
Playa de tu sendero, Manantial,
fiebre de tu frescura, sin el Médano,
tus cabellos acendran arenal…
Música de tu cuerpo mineral,
acecha trigo raudo, entre tus pies,
besos que mis labios, en tu coral
sueñan con el oro de tu revés…
Trova desde tu aliento la hermosura,
que plácida, ennegrece tu figura:
cabellos imprecisos a tu altura,
de joven perla amante, que clausura…
Desnudez, tu salitre, con locura,
imparte bravo mar de mi simiente:
acaudala en tu pecho, solamente,
de tus labios, niñez de tu dulzura…
Escoge de mi sombra el mar, si estrecho,
domeñando el chapitel sobre el lecho:
rosa plectro de amor en pecho y pecho,
fue Oro tu laúd, templado pecho!
Beso el labio que tu labio ha deshecho,
contraído en plegarias de tu lecho!
Suspiros que mi cuerpo, timonel,
ha abrevado en tu mar, de tu arancel…
Escoge de mi numen tu plegaria,
y sonrosa el clavel que ya no endrino
facultando prever mi desatino,
engavia, orlado, flor más necesaria...!
Silueta amante tu joven arena,
impronta necesaria, tu belleza,
mi sombra se distrae, con luz de pena:
femenina, da bien tu fortaleza…
Embarga de mis ojos, tu tristeza,
y al oírme, nublado, has de esperarme
pregonando el latir tu pecho, al darme
soliloquios, ventura en tu grandeza…
Serena que en tus ojos está el mar,
y la vida de tu pecho recibe,
todo el Sol que marino cuesta amar
en tu boca gemela que concibe…
Ooh Náyade, espuma por tus venas,
y rubíes en tus labios: condenas…
Nevada…
Nevada en ti, del alba, pues, nevada,
tu sombra en la bermeja ruiseñora
de sombras pues fantásticas, y alada,
espero en ti mi bruma, abrasadora…
Nevada en ti, tus muslos, y en la nieve
provoca tu suspiro engalanado,
de risas y de ósculo que llueve,
para prender el ala, enamorado…
Nevado pues, tu rostro en boca aleve
suspiro de tu sombra, que se atreve,
a distinguir las sombras, manialado,
en boca de tu rostro, que conmueve…
Nevados son tus pechos, seno leve,
de sombras en tu risa rosa prado,
de labios que congracian, pues, lo breve
y el mundo de tus ojos, besos lleve…
Nevada, pues, tu rosa, la mañana,
de tu cuerpo, en sonrisa, sombra mía:
rosada pues de ángel, regalía
que tu brisa y tu espalda, mejorana
en el alba y sendero, tu respuesta,
besa sombras de Circes, Citereas,
que tu goce, deleite es de tu testa
para abrir Oro, en puertas aéreas…
Comanda de tus pies la simetría,
que tus bucles, heraldos, con lascivia
en el beso a tu palio, recurría,
doncellez de tus piernas, atavía…
Roja rosa, de pétalos amados
en tu sombra, regazo y amorío,
puebla el beso rosas, enramados,
confines de tus labios, en los míos…
Arte rosicler, risa de crepúsculo
bello ademán, la siembra de mi ruego,
por causa de la noche, estima el fuego
de tus labios, dar sello de mi ósculo…
Prever la risa atada a tu desnudo,
es arte bello, ante la demanda:
de labios en tus pechos, en que anudo,
las llamas de tu rosa, que comanda…
Pretérito de labios sonrosados:
futuro de tus pechos, endiablados…
Música ardiente de tus labios
Espero por soñar mis mudos besos,
contiendas que de labios emancipan
los labios que requieren de tus presos,
labios, que entre los besos anticipan…
labios en el goce, miel de tus besos,
que besos, sólo labios ostentaron
la figura de amarte sin tus labios,
sólo besos te adoran aun más sabios…
Espero por soñar ardientes noches,
que la blancura de tus senos, priva
para soñar, ardiente, te conciba,
en un espurio manto de trasnoches…
Espero por verter, mi agua en delirio,
ardiente de mi paz, albura prisa,
que de mi sombra sólo el mar, ilirio,
busca el placer de amar, con sólo brisa…
Espero enamorar, tus ojos, plena
la batalla de sed de mi colmena,
que tus flores enuncian, sin rocío
en la boca de miel de mi amorío…
Espero deleitarme con tu Música,
mi rosa endrina, cántico de noche
y espero por tu piel, no ser fantoche,
que en boca de tus labios vuelve clásica…
Sólo arte, tus pies, danzan la nieve,
cual Música embellece noche oscura,
y se atreven, tus pechos en relieve,
besar único son de mi amargura…
Sólo Arte, descubro en tu Mirada,
distancia de la Música celeste,
sólo voces de sueño, Enamorada
cual deleite tus labios, que me preste…
Beso y gozas color, de tu Arte Magia,
y es belleza tu piel, de puro aroma,
fragancia de temprana aún la poma,
bosque de pinos y limones. Regia
sombra de sombras tardías, acecha
labios que invitan tus labios, asumen
cuan dulces Castalias, intiman flecha
que por amar tu boca, trinos sumen…
Por esperar, añoro la sorpresa,
trivial luna de ámbar, me embelesa…
Alejandro Rodrigo Flagel

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