Escribo los versos
en la negra oscuridad,
como si fuera a quedarme
en la profunda tierra,
los escribo, para que puedan tener
la poca luz que me queda,
y los puedan leer tus ojos,
como si fuera el retorno
de aquellos besos,
que me impiden volar con el corazón
demasiado lento.
Escribo para que pueda sentir
el último mensaje
de tus poros abiertos,
y al hacerlo todos los colores
que tiene la vida,
se posen en mí cabeza,
que me recuerda, que soy
un lento despertar,
sin nada que llevarse a la boca..
Escribo el mismo verso tantas veces
en tu regazo,
y lo mantengo como un recién
nacido
apretándolo en mi pecho,
para que el sufrimiento
de mi espíritu sea más liviano.
Escribo, Solamente Escribo.
Joan Benavent Brualla.
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