Mon ami.
Eres el reflejo causal,
La caricia perfecta,
El hombro donde mi pena se contenta,
Bajo tu nombre amor o religión,
Tu saber y tú esencia,
Caminas bajo el sol,
Brotará del cielo, tu mano ondulante acercándome,
Ahí donde los dátiles se adhieren a mi mano,
Manejas la cadencia del espacio,
Hablando con las cosas ocultas del lenguaje implícito,
Eres el mango, la aceituna y la hoja siempre verde,
Caminando sobre el hemisferio derecho tocando mi frente,
A veces desvaneces mis temores,
Acariciando la arena de mis pasos,
Eres alumbre de mis versos,
Al borde de tu beso imaginario,
A sí lo mueves todo, arrullas con voces interiores,
Elevando mi ser continuamente a tu presencia,
Entonces conviertes el humo, la palabra y la caricia,
El arte de tu cuerpo delirante como águila errante,
Me place por doquier, debajo de tus alas me sostengo,
Continuo habitante de mi alma,
Cuando la luz imperceptible a veces se expande alrededor de la fogata,
Mirar tu templo, tu andar, tu paz en todos lados,
Enviado desde el punto más lejano,
Te acercas suavemente, amor tan mío.
Poesía consciente
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