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lunes, 19 de septiembre de 2022

Durmiente mar que quiso prisionera

 Durmiente mar que quiso prisionera

Durmiente en mi zafir envuelve lunas
pálida a mi ocio, prisionera
cadencia murmurada, Primavera
recreo en su jolgorio ó sus fortunas…
Ondeante, bello, azur y nacarado
el Céfiro que engrosa la mirada
de una asidua caridad templada
profusamente brava sü licor amado…
Brebaje de sosiego, de tenaz encanto
mirífica en su dueño vendaval itálico
sobre el bermellón que cría su distancia al canto
su redil consuele mi tenor idílico…
Coturno desampara mi bastión celeste
de somera fauna y recóndito, risueño
aleve, diurno, mi dulzor de sueño
caliginoso, esbelto, nacarado, agreste…
Vendaval umbrío, noche cegadora
virtud que puebla el ocaso donde mora
la bandada de silencio donde el mar derräma
su voz en la pantera augusta que le clama…
Vituperado cielo, de dulzor y ágora
presencia en mi solícito vergel añora
dulcísimo y procaz, envuelto a su señora,
clarividencia ingrata del suelo y de su espora…
Bravío mar no cede su espuma lacerante
el brillo que no premia presencia sincopante
del süeño que relata y esclarece su mudanza
bermeja voz del sueño, prisionera de mi danza…
Caliginoso verso amado, dulzor de mi desïerto
acomete en su fragor el lúpulo que advierto
Doncella de su mar, que grávida centella
acierta con su estilo, Sirena, la más bella…
Otëa sin la bruma, penúltimo baluarte
sosiego a mi guitarra, desnudo canta el arte
bandera de cipreses y altiva sobre el hielo
caliginosa, desïerta, Antígona en el vuelo…
Olímpica cabría nemorosa súplica
verbena que a su flor mudo exclamara
suplicio por el cual indómito fraguara
noche en el albor, cadencia ibérica…
Ardor de sola nieve, tu bandera impía
desuna la marëa que tu rostro enjuta,
mirífica en la unión que no te enluta
basando su destello en el sol que bría…
Solícito desvelo, anochece en mi reparo
concordia en el albor, sonrïente por si acaso,
dürmiendo en la celada de mi flor frente a mi faro
anochece en tu estupor la cadencia del regazo…
Durmiente mar que quiso prisionera,
aleve da el indicio, Primavera.
Alejandro Rodrigo Flagel

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