Mujer, claro destello…
Mujer, claro destello de las aguas,
Improntas de sudor que el tiempo apremia:
Mudable en la mañana de mi sombra,
Palabras en la imagen de mi risa,
Agraz sentir de soplo entre las flores,
Mar que desahucia el tiempo en otra bruma,
Figura encarcelada de belleza…
Cuál fruto corazón que la extravía,
Con su balance presto y breve tallo
Rubíes encendidos: fuego, vino
De piedras abrasadas en la noche
Penumbras, sangre herida de topacios,
De fuego de claveles en las sombras
Roja de plenitud fuego en estrella,
Heraldo ciego que la noche nombra…
Mujer, claro destino de mis treguas,
Formada amante, tropo de metáfora
Agudo timonel, mi derrotero,
Templada en herramientas de mis sueños…
Ooh triunfo de noche distinguida,
Senos amantes besos de letargo!
Desde tus labios otros besos claros,
Perdida en desnudez trovas mi vida…
Mujer, claro destello de las aguas,
Improntas de sudor que el tiempo apremia:
Mudable en la mañana de mi sombra,
Ya cárcel-libertad de mi deseo
Palabras en la imagen de mi risa,
Agraz sentir de soplo entre las flores,
Mar que desahucia el tiempo en otra bruma,
Figura encarcelada de belleza…
Destino de belleza son tus ojos,
Ya cauce, esmeralda en mi tormento!
Ooh, vago firmamento tu piel laja
De piedras y de sombras, de momentos…
Mujer, claro destino de mis aguas!
Hechura, distinción de mis fragmentos,
El óleo de tu cuerpo enseña avara,
Fragancia de tu rostro estima el viento…
Cuál fruto corazón que la extravía,
Con su balance presto y breve tallo
Rubíes encendidos: fuego, vino
De piedras abrasadas en la noche
Penumbras, sangre herida de topacios,
De fuego de claveles en las sombras
Roja de plenitud fuego en estrella,
Heraldo ciego que la noche nombra…
Sonidos y estridencia de tus pasos,
Son claros los desnudos que pasean
Tus pies aguas descalzas que eritrean,
De charcos de amor líquidos que besan…
Perfume no comanda flor despeña,
De tus besos que risa, dos heraldos
Comparten labios del albor de fuego…
Besos que mojan mi jazmín de ruego…
Mujer, la noche clara de tus pasos,
Ahonda en mi suspiro y en mis brazos…
Alejandro Rodrigo Flagel
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