sobrevivientes del buque de la vida
Uno que se un dio por el peso de los años
Cuelgan las arrugas en su engaño
El tiempo no perdona.
Silenciosa es un buque qué se hunde sin salvavidas
Sin horario
Solo dejando ver lo mal que nos tratamos.
Encontraron su espacio en un abrazo
En un plato de sopa recobraron la memoria
Los arrullos de mamá y las caricias.
Su edad ya sobrepasa los 70
Pero vuelven al hogar
Al de mamá
A los amigos
Los hermanos.
Volvieron
Al fogón y su ceniza
A los juegos de niños en el balcón del tiempo
Chicharras sonando entre los arboles.
Ríos cantarinos vienen rompiendo la montaña
Las flores verdolagas colgando entre canastos
Ranas
Grillos
Vencejos
Materas y maderas silenciosas.
La vida se columpia en la cuchara
El caldo es un beso de mamá
Para el frío qué con prisa ha llegado.
Sintieron que ese caldo calentó
Abrigo
Regocijo
Las frías mañanas dejadas por el cruel invierno.
Hormigas bala caminan por sus camisas
Tampoco tienen prisa
También los niños se escaparon de ser incendiados por los árreboles qué dejó la tarde.
Regocijados comen rebordeando la niñez qué ahora es sueño
Cómo esas ganas de abrazar la infancia
El árbol del patio
Los juegos de niños
Las ganas de tocar la piel de armiño
La de mamá
La de abuela
La de tía Teresa
¿Quien no tuvo una tía teresa?
Que condenadamente le llevara todos los caprichos.
Ahora...
Ahora son 70
Ya no hay arrullo
Ya no hay abuela
Ni mamá
Ni tía teresa.
Forzando lo indecible tienen una cama en un hogar de abuelos.
De allí los mandan a la calle a buscar sus sueños.
Sus sueños son
Un plato de sopa qué les recuerde
Lo felices que fueron
Mientras las moscas
Hacen fiesta sobre la mesa...
Pamplonarios
Colombia
2023
D.R.A.