ANTES DEL AMANECER

ANTES DEL AMANECER

Antes, mucho antes que la luz
quebrante los huesos de la
ciudad,
que las sombras desvanezca
artificiales luciérnagas
publicitarias.
Antes que las carreteras abran
los cementerios de ambulantes,
que los edificios reflejen de nuevo
la soledad de la multitud
dormida.

Antes, mucho antes que la
habitual indiferencia fuerce
la luz de la realidad,
que el fantasma de la esperanza
se diluya ante la iluminación
de día como el espíritu condenado
en la clonación del tiempo.
Antes que la necrópolis despierte
el cuarzo de sus prisas
con los sueños auspiciados
en sus retinas.

Antes, mucho antes que el metro
despierte los demonios condenados
a la oscuridad y ángeles
encapuchados des protejan
la multitud.
Antes que los urbanos multen
la sonrisa y el transito a los
espacios abiertos.

Antes, mucho antes de la espera
aglomerada en la parada
de la prontitud y barrenderos
diplomados, catedráticos de
calles, ingenieros de caminos,
borren todo rastro noctambulo
de hombres que amaron a
quienes nunca amarían
queriendo ser amados,
por aquellas que quisieron
ser amadas sin amar a
quienes les amaron lo que
por interés amaron
lo que nunca amarían.

Antes, mucho antes que el
universo se expanda un poco
más en mi alma insignificante
y el ozono borre todo destello
del cosmos.

Antes, micho antes, contemplare
emocionado el nuevo amanecer
sintiendo más allá de mi
espíritu,
las lagrimas del futuro de
una ciudad que camina de prisa
y muere corriendo hacia el
continuo y desbastador presente.

FRANCISCO CEDRÁN.
POETA URBANO.