POR EL RÍO , O, LA MAR SEÑOR NAVEGO.
Mi dulce pensamiento no lo niego
aunque diga la iglesia que es pecado
yo a los placeres, vivo, si, entregado ,
del amor clandestino no reniego.
Algunos me podrán decir "borrego"
que vivo sin remedio equivocado,
contesto pero nunca disgustado
que nada que me gusta es para luego.
A mi ritmo en la vida soy maniego
de hace tiempo lo tengo comprobado
por el río, o, la mar señor navego.
Y no me importa ser un renegado,
tengo mi libertad y me despliego
y lo demás lo tengo controlado.
Puchelar.
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