lunes, 16 de mayo de 2022

NO VUELVAS LA VISTA ATRÁS Maria De Los Angeles García Martín


 NO VUELVAS LA VISTA ATRÁS

Versos locos y escarriaos

No te pedí, aquel día que te conocí, nada,
no busqué nada en ti
que no fuesen tus ojos moribundos
sobre mis ojos burlones,
ni atraparte en tu andadura,
ni entorpecer tu camino
enredándote los pasos,
ni torcer nunca tu destino.

Tan solo ví dos luceros
que me miraban con gracia,
una sonrisa embarcada
en el mar de mi mirada,
dos velitas navegando
sobre las olas calmadas,
marejada de miradas
que sin querer se encontraban.

No quise por ninguno de los medios
trastearte la esperanza,
todo lo que encontraste
en mí fue real,
no hubo dudas en ninguno de los momentos
y cada paso que dí a tu lado,
lo dí porque quise darlo.

Hay veces que vuelvo la vista atrás
y pienso, si algo me perdí,
sí, me perdí muchísimas cosas,
pero todo lo que viví contigo
desde mi corta edad,
lo viví desesperadamente,
ansiadamente, felizmente
y es por eso
que siempre la balanza equilibró,
todo lo que te entregué
te lo entregué con amor,
te lo ofrecí desde el alma
partiendo mi corazón
para darte a ti la mitad
y formar un solo corazón
mitad tuyo y mitad mío,

no jugué al ratón y al gato,
ni deshojé margaritas nunca fuera de tu lado,
no viví una primavera
que no te quisiera,
ni un otoño sin esperarte,
ni la calor del verano
quemó nunca mi piel
lejos de ti
y jamás ningún invierno
la pasé en otro abrigo
que no fuesen tus brazos
abiertos para estrujarme
y acariciar mis sentíos.

Cada día, cada mes, cada año que te amé
te amé con todas las reañas de mi alma,
cada minuto que te quise
fueron sesenta segundos de gloria,
cada beso que te dí
te lo dí poniendo en el
el precipicio de mi corazón,
mi pasión para contigo
jamás nunca se agotó,
te deseé en las mañanas,
en las tardes y en las noches,
fuí la hoguera en tu cama
durante miles de madrugadas,
levanté pasiones en ti
que ni siquiera habías vivido,
me devolviste en ellas
volcanes de lava,
ocasos de locura,
albas y amaneceres
pintados de azul y malva.

Nunca quise cortar tus alas,
volamos juntos entre la vida,
partimos desde ese punto
donde partía el amor
sin fecha ni rumbo,
no hicimos planes,
no hubieron dudas,
ni jamás de los jamases
te cambié por nada.

Ahora me miro al espejo
para encontrar
eso que no te gusta de mí,
serán mis años cumplidos,
el cuerpo que pasa factura,
me miro y me sigo viendo bien,
no es que sea miss mundo
ni lleve aún zapatos de charol,
ni me brille el pelo al sol,
ni tenga la misma gracia
que cuando mi madre me parió,
no es que sea un sonajero,
ni la mejor del mundo entero,
ni sea lo más bonito
como solías decirme,
ni quiera ser para ti
como antes si lo fuí,
la primera,
la que despertaba en tí
ese calor despampanante
sólo con verme llegar,
la que al sonido de sus tacones
revivía a un muerto, me decías.

Pero si que me hubiese gustado,
me gustaría,
haber seguido siendo la reina
de tus medios días,
la que cubría tu calentura
y te ponía erizada la piel,
la que llenaba tus momentos de gloria
y rellenaba todos esos vacíos que tenías,
la que te volvía loco,
eso me decías...

Me miré al espejo y me cansé
de ya no ser nada para ti,
de despertarme sin tus besos,
de no tener cariño nunca dispuesto,
me cansé de ser la última
en tu vida,
en todos tus proyectos,

y es que el alma se está agotando,
apenas me la estoy sintiendo,
me dan pena,
tu abandono y tu desprecio,
me hacen llorar tus lágrimas disecadas ante cualquier emoción,
me hace temblar tu retiro,
me da tumbos el corazón
cuando no noto al tuyo
bombear cerca,
y me cansé de esperarte
sentada en un escalón,
dejada caer en un quicio
de esta habitación
esperando que los besos
de tus labios
me revuelquen de pasión,

me cansé de no ser nada para ti,
de que repartas lo mío
en otras personas
y no quede nunca para mi
sino migajas,
me cansé de ser figura
el polvo me está comiendo
y tu no paras a limpiarla,
de ser una marioneta
a tu antojo, a tu labranza.

Nunca quise que las cosas fuesen así,
jamás pensé que dejaras
este amor a la aventura,
que lo dejaras a solas
sin temor a que acabara.

Es tan poco lo que te pedí,
es tanto lo que para entregarte tenía,
que por un agujero en mis manos
sin darme cuenta fui soltando y se quedaron vacías,
me ahogan en la garganta
estas palabras baldías,
estos versos, hechos trillo,
esta locura guardada
en el último cajón
del mueble de mi esperanza.

Nunca quise más de ti
de lo que me entregabas,
nunca te pedí la luna
aunque me la bajaras,
ni te exijí nada nunca jamás,
solo quería tu amor,
que me quisieras, me amaras...

Si es eso para ti mucho pedir,
vámonos que nos vamos,
dale a la luz y apaga,
que sólo necesito a mi lado
amor, pasión y constancia,
cariño, sosiego y paz,
si no quieres nada de mí
no vuelvas la vista atrás,
mira siempre hacia delante
y no te detengas más
que la vida se te marcha.

Improvisando...

© Maria De Los Angeles García Martín

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TITULO :SOMOS POETAS DE LUZ