Dulce amargor
¡Qué amargo es el sabor de la derrota
cuando luchamos y al final somos vencidos!
Nos esforzamos por lograr una victoria
y alcanzar lo que tanto hemos querido...
Como a hiel nos saben los fracasos
pero de ellos adquirimos la experiencia
para erguirnos y no volver a tropezar,
una vez más con la misma piedra...
Lecciones de un dulce amargor
que nos enseñan a caer y levantarnos,
a ser resilientes y sacar lo mejor
de aquello que nos supo tan amargo...
Se hace dulce la derrota en su amargura
cuando la victoria nos sonríe y acompaña
mas no debemos sucumbir al deshonor
de burlarnos de quien pierde la batalla...
Cada día tenemos la oportunidad
para probar ser personas de valía...
Luchar limpio respetando a los demás
por los sueños, los proyectos, ¡por la vida!
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