SIEMPRE
FUÍ LA ÚLTIMA
En el panal de mi cuerpo
donde guardaba este amor
mis versos ahora se han muerto,
se me ha secado la flor
que adornaba mis cabellos,
en el cauce de mi río
donde fluían con grandeza
manantiales de amorío,
llevo seca las entrañas
el pecho se me ha dormío.
Por sonrisa, ya manejo
un puñao de atardeceres
penando por tu extravío,
tengo las manos vacías
esperando tu regreso
y esperando, se ha vencío.
Mil versos desentonados, mal rimados, agotados,
cansados, hechos un lío,
letras guardás en libretas
abandonás en cajones
qué tu nunca me has leío.
A veces cuando me paro
y echo atrás la hermosa cuenta
de los años que he perdido
creyendo que me querías,
una lágrima resbala
dentro de esta alma mía
y resuenan las campanas
lo mismito que ese día,
cuando me hiciste creer
que era yo, a quien amabas,
que por mí, todo lo dabas
y hasta la muerte a tu lado
mi presencia retendrías.
Ay, como son las cosas,
hace tiempo, te perdí,
pero tu nunca supiste
que de amor estuve llena,
y hoy soy yo la que te cuenta,
que tú, me has perdido a mí.
Improvisando...
© Maria de los Angeles Garcia Martin
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