Me despierta el alba.
En el silencio me pierdo,
con la fugacidad del instante,
como tejido en macramé,
salen a pasear antiguos recuerdos.
Del profundo misterio
de las cuevas habitadas.
Huelo y acaricio.
Siento el cálido misterio,
de esos tiempos que
emergen de lo profundo.
Historias somnolientas.
Compuestos que no existen,
por muerte o cambio.
Tantos que no están.
Tantos que cambiando
somos un colorido anochecer.
Esos anocheceres mágicos,
En los que sin saber,
éramos felices.
Sylvia Ovington
Mi estilo
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