¿Me permites este baile?
El silencio está sonando y la pista, repleta de vacíos y muchedumbres de nadie.
¡Concédeme este baile, ahora que no nos ven, ahora que la deshora salta a la vista y no existe más fiesta que tu nombre y mi nombre, nombrándonos a escondidas y sin ser escuchados!
¡Atrévete a bailar, a mover el alma, a promover nuestros instintos y a remover las charcas de nuestro tiempo llovido!
¡Baila, aprovecha el momento, dame tu mano, toma la mía y báilame y te bailaré y bailaremos los dos, al ritmo que marque la sien y el pensamiento proponga y los compases dispongan de tu voluntad, de mi voluntad y de eas locas ganas de volvernos a pensar!
Amor...¿me lo concedes por favor?
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