T e vi en un sueño
Las estrellas relumbraban
como perlas encendidas
de una mantilla de luto española,
en el cielo, negro azabache
presa de candor y de misturas.
La noche trémula relucía
en unos ojos de ensueño
y al mismo tiempo se cerraban
en dos faroles de misterio.
La celosía nocturna bramaba en los silencios,
Oníricamente, con el elixir de Morfeo.
Te vi, piadosa, brumosa
paseante gitana moruna,
clavellina descalza,
con tus aros de cobre
y tu pelo de bucle revuelto,
hechizando a la luna.
La noche languidecía
en la áspera idealización de los ensueños,
y tu, matizando misterios,
en los entresijos del pensamiento.
¿Quien es el jinete de párvulo vuelo?,
el galán de la noche que se induce en mi sueño,
y acaricia mi pelo.
Como un leño en mi hoguera
que avivaba mi fuego, y calienta mi carne,
y enamora mi cuerpo.
Carbones y cenizas me pintan en el cuerpo
y dibujan en mis labios
un misterioso te quiero.
Rayando la luz del alba
encriptados sentimientos
anodina pasajera
te meces en las gargantas del sueño.
Habida gardenia alba
Tú, perfumas de amor el viento,
y yo de postura fetal
respiro tu cálido aliento.
Hortensia nazarena,
de mistura y sentimiento,
que a la vela del ciprés
emerge su sentir postrero.
No vengas a mí llorando
recordando viejos anhelos,
No seas la flor caustica
enlutada del desvelo,
que yo llevo entre las manos
la rosa alba de pasión.
Aromática y seductora
blanca ojiva circular
que fulgura luminosa
los ventrículos del amar.
Yo impávido, vacío y quieto,
tu paloma torcal, acariciando el cielo,
yo sórdido, hambriento y ciego,
tú destello de nieve o hielo.
Manto lunar de luz y soplo
silente perfumado eco
yo sorbido, enlutado y necio
cirio blanco acompañando al muerto.
Tu luciérnaga crepuscular,
princesa de los siete reinos,
mariposa encantada,
sirena del ancho mar.
Cenicienta de los cuentos
¿que difícil encontrarte,
que difícil entendernos?,
ceniza blanca, de mujer fatal,
silicio de mi sueño.
No soy un canto de piedra
ni cuarzo rodando al tiempo
solo soy hombre sin paz
de encarnecido hueso.
Curtido de sol y encuentro
tripulante de la vida
navegante de los sueños
solo soy eso.
Julio Medialdea
Reservados todos los derechos de autor
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