POEMA
PARA TU PIEL
PARA TU PIEL
Yo te quiero desde ese abismo que encierran tus ojos negros.
Yo te quiero firmemente, sin historias ni remedios.
Yo te quiero y grito a los cuatro vientos, que eres mi luz y en los ratos de desespero, mi agonía mi tormento, cuando en la lejanía de unos brazos que te buscan, que te esperan, los alzo y no te encuentro.
Yo te quiero firmemente, sin historias ni remedios.
Yo te quiero y grito a los cuatro vientos, que eres mi luz y en los ratos de desespero, mi agonía mi tormento, cuando en la lejanía de unos brazos que te buscan, que te esperan, los alzo y no te encuentro.
Pero te quiero, ya lo creo que te quiero, sin más remedio.
Yo te quiero libre, como ese pájaro que vuela lento a ras del mar por el cielo
y
te quiero, sí te quiero, porque eres de mi noche lucero,
de mi vida lo más bonito real y certero, ya lo creo,
sí,
ya lo creo que te quiero.
y
te quiero, sí te quiero, porque eres de mi noche lucero,
de mi vida lo más bonito real y certero, ya lo creo,
sí,
ya lo creo que te quiero.
Te quiero lento rozando suave y acariciando toas las neblinas de mi pensamiento.
Cuando en las tardes me llega al alma tu voz suave y con la calma que me recuerda bellos momentos.
Cuando en las tardes me llega al alma tu voz suave y con la calma que me recuerda bellos momentos.
Sí,
así te quiero, como a las olas que en este mar contemplo, que bailan solas musiqueando hasta la orilla de mis deseos,
sí, así te quiero.
así te quiero, como a las olas que en este mar contemplo, que bailan solas musiqueando hasta la orilla de mis deseos,
sí, así te quiero.
Cuando me pierdo y las entrañas,
como un pellizco me retuercen, en la soledad que me produce no poder tenerte.
como un pellizco me retuercen, en la soledad que me produce no poder tenerte.
Así te quiero,
con el sabor que tengo de la miel de tus besos y en ese aroma que tu piel dejó en mi cuerpo, ya ves,
así te quiero.
con el sabor que tengo de la miel de tus besos y en ese aroma que tu piel dejó en mi cuerpo, ya ves,
así te quiero.
De esa manera incontenible, desesperada, que da el deseo.
De unas palabras que me dijiste y que en el alma yo guardo dentro y
ya ves sí, te quiero.
ya ves sí, te quiero.
Me vuelvo estela sobre la mar, me vuelvo luna en tus madrugadas, puedo ser alba en tu amanecer y sol en tus mañanas, porque te quiero y siento intenso ya ves,
te quiero.
te quiero.
Como se quiere a la flor en primavera y a las hojas en otoño, que caídas de algún árbol reposan sobre la tierra.
Y
te quiero con locura o perdiendo la cordura
sí,
así es como yo te quiero.
sí,
así es como yo te quiero.
© Maria de los Angeles García viangel Martin
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