Porque la luna me incita beber de tu alborada,
recorro tus madrugadas y tus sábanas mojadas.
Cómo no mirarte en los cuernos de la luna,
como no libar tus besos cuando mi boca está húmeda.
Porque las cigarras cantan tus canciones en mi oído,
porque mi piel se exacerba con la esencia de tu boca que traviesa la recorre,
que la sorbe a bocanadas.
Porque inerme permanezco en los fuegos de tu embrujo, soy la esfinge de tus sueños, de tus soles, de tus lunas, bajo la tortuosa niebla de tu vivir en la espera.
Cómo no mirar tu risa, como no besar tus labios,
cuando sorbes mis miradas en mi huerto de las flores.
Cómo no amarte, amor de la vida mía,
como no escucharte vivo en el habla de los mirlos,
en el peñasco del río, en el alma de mis días.
Cómo no sentir tus besos en mis riscos, en mi almohada,
cuando recorres mi alma con el sol de tu alborada.
Hortencia Aguilar Herrera.
todos los derechos reservados,
México.
Invierno 2018.
Imagen tomada de la red.
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