Bailabas desnuda a la luz de unos versos,
La brisa al rozarte ardía mientras tus labios saben a vino de almendra,
Vértigo de fuego recorre todo el pecho hasta llegar al cielo,
Mientras en el crepúsculo,
El hisopo de tu vientre asperja por tus suaves y temblorosos muslos,
Y al entrar a ciegas en las membranas del deseo de tu boca,
Las rozaduras de las palabras duermevela arrebujandome entre tus pechos,
Más ya detenido frente a la cortina de tus ojos,
Tu boca de arcilla encarnan mis labios,
Y cabalgamos como el tac tac tac de los caballitos de madera como fuego de la lluvia,
Mujer de risa de acuarela,
Mujer de olas,
Quiero mojar mi alma,
Mi cuerpo en tus aguas saladas,
Orar en tu orilla,
Arder tus entrañas,
Más nada más te pido tu mar en mi boca mientras bailas desnuda.
Ricardo Martín Lemes
Derechos de Autor ©️
La Palma Islas Canarias
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