Pasiones del ayer
El tiempo me ha dejado hundido en la tristeza,
se fue llevando mi juventud y parte de mi vida,
junto a varios recuerdos, que rondan mi cabeza
y han escrito historietas en la noche escondida.
El espejo me ha demostrado el paso de los años,
mi piel la siento muy cansada y la mirada cautiva,
por mudos espejuelos que se muestran extraños,
entre los surcos do nace, mi ancianidad pasiva.
Mis movimientos lentos, quieren emular ocasos,
se alejan por instantes, sin aceptar la realidad,
los reflejos del sol, intentan, retratar mis pasos,
entre las pálidas calles, de una agitada ciudad.
Mi mente no deja escapar, las pasiones de ayer,
las adosó a mi existencia como un vano regalo,
pero en realidad es un sainete, que puede caer,
sobre alta montaña, que entre sueños la escalo.
Pasiones de un ayer, con cosas malas y buenas,
las malas son lágrimas, que en silencio brotan,
las buenas son romances, que no causan penas,
pero al fin son pasiones, que entre el aire flotan.
Mujeres hermosas que fueron, sólo un espejismo,
que a veces se aparecen, en los cálidos caminos,
provocando en nuestro existir, un abierto sismo,
que es para el alma, como un cruento torbellino.
Huyeron los segundos, los minutos y las horas,
los días son más largos y las tardes muy frías,
en la noche la rebelde lluvia y las aves canoras,
invitan al poeta a escribir, sus rimas sombrías.
Una pluma y un tintero, son los quietos testigos,
de profundos sentimientos, que saca el corazón,
en la chimenea arde la leña, diseñando abrigos,
mientras la mano escribe, un verso a su pasión.
Gerardo Vásquez Almazán
Tumbaco, Quito, Ecuador,
Septiembre 6 del 2019
(D.R.A.)
Imagen tomada de la Web
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