A mi madre Guadalupana

A mi madre Guadalupana
En su día
Madre mía, Madre amada,
tú eres mi sol y mi guía,
eres mi Reina admirada 
y el cielo azul de mi día.

Te llevo desde pequeño,
muy adentro del corazón,
quiero ser el único dueño,
de tu amable bendición.

Siempre cuidaste de mí,
evitando que me pierda,
cuando a solas te pedí,
orientes mi vida lerda.

Pude caer a un abismo,
arando mis desaciertos
pero tu mano así mismo,
regó mis campos desiertos

Me has amparado Señora,
mostrando tu misericordia,
por eso mi ser te adora,
aceptando tu concordia.

Perdona Madre querida,
por emanar sufrimiento,
devuélveme mi fe perdida,
que necesito de tu aliento.

Hermosa Dama del cielo,
no reproches mi pecado,
tampoco ates mi anhelo,
a recuerdos del pasado.

Por eso yo siembro rosas,
amarillas, blancas y rojas,
que lucirán primorosas,
en mis dichas y congojas.

Te encargo mis hijos y nietos,
llévalos por la ruta del bien,
a mi hermana y sus aprietos,
y a mis sobrinos también.

Cuida mucho de mi esposa,
de mis parientes y amigos,
que sea mi vida juiciosa,
sin que existan enemigos.

cuida a mi yerno y mis nueras,
a sus padres y a sus hijos,
que eleven sus banderas,
escogiendo senderos fijos

Virgencita Guadalupana,
a ti te entrego mis penas,
mi Estrellita mexicana,
rompe todas mis cadenas.

Gerardo Vásquez Almazán
(Tumbaco) Quito, Ecuador
Diciembre 12 del 2017
(D.R.A.)
Imagen tomada de la Web