LUNA DE CRISTAL
A 9073 kilómetros de distancia,
llegó tan lejos cuantos sus ojos infantiles
habían soñado, deseaba las alas de un avión
Vivió un despertar que era de caramelo,
probó de las salinas de los mares,
de sus ojos, bailó entre lobos.
"Te ofrezco mis cicatrices" le dijo
a una ola que se perdía en la arena,
se juraron amor eterno mientras
la luna se perdía a lo lejos.
Esta mística visión que te ofrezco
de una vagabunda hablándole
al mar no es más que un lamento,
esa simbiótica propuesta me
llenaba de luz interior.
Entonces gritó más fuerte,
"si estoy lejos de ti, llueveme"
así sabré que es tu caricia
de dedos de espuma.
Llegó aquí tan frágil,
tan pequeña,
una luna de cristal.
Marina franco
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