CORAZÓN DE MI ALMA
ALMA
Buenos días querido corazón.
¿Por qué hoy estas tan callado?
¿Qué es lo que te afecta?
¿Estás sentido?
¿Quién te ha herido?
Me preocupas mucho, pues te siento triste, te siento ausente, te siento tan frío.
¿Acaso estas enfermo?
¿Dime, consultaste algún médico?
Háblame que tu silencio me entristece...
¡Respóndeme, grítame, insúltame, oféndeme! Si es que eso te hace sentir mejor, pero no calles tanto dolor. ¿Me vas a decir qué es lo que te pasa? O me retiro si soy yo, quien provoca la causa y tu cruel indiferencia.
¿Qué culpa es la que me acusa? Y hasta ahora me acompaña, para que me hagas sentir que soy la causante de tu sentido y herido silencio... Qué quieres que te diga para tu dolor sanar.
CORAZON
-No me pasa nada, nunca me pasa nada, quédate tranquila, que no me pasa nada.
Si me sientes callado tengo derecho a estarlo.
Si me sientes que estoy ausente, estoy en reposo por tanto daño que me han causado. Si me sientes triste, sólo es un lapsus de vida que pasará. No te preocupes y no te aflijas alma mía, que tú no eres responsable de mi dolor.
Mi dolor se debe a tanto amor que tengo guardado y que si lo quiero entregar, me martillan los latidos del corazón, haciéndome sentir que jamás va a ser querido.
Este dolor no es de hoy, es de siglos perdidos, pero encontré una luz, y esa luz me apagó sin darme la oportunidad de decir que pasó. Cuando se enteró, que vine a este mundo con una tarea encomendada, y hacer que las almas encuentren su rumbo de luz fijada.
Más me fue entregada esa labor, con el compromiso de que, si en esta tierra encontraba ese gran amor, me callara, no dijera nada, pues, es una prueba encomendada de fe.
Y más de amor, pues tu alma junto a mi corazón, son la luz y tenemos la evolución que se necesita, para ser la guía.
Que me quedase cual una sombra, sin hacer ruido, sin que ese amor tan buscado supiera de tanto amor, que por él este terco corazón está sintiendo...
Mas esperaré cumplir con esta prueba de fe y amor, hasta ser de nuevo llamada porque cumplí mi labor encomendada, y en otra vida se me pueda permitir escoger, y estar con el amor del corazón, y alma tan añorados, tan buscados.
Más no te aflijas alma mía, que al igual que a mí me afecta, y a ti te duele más.
Pues ese amor por el que sufro es tu media mitad, la que tanto buscamos tú y yo.
Bien sé que estamos de paso, y sí cumplimos bien, si en otra vida reencarnamos, tendremos nuestra felicidad, y con ese amor podremos juntos estar.
Ahora, sigamos con nuestra encomienda de ayudar a dar luz a esas almas, que andan sin rumbo, y podemos del limbo sacar.
ALMA
-No te preocupes más, que algún día podremos tener ese amor que tanto buscamos, y sabemos que existe pero... en esta vida no podrá ser, y con esta prueba de fe no podemos hacer, que a nuestro lado él esté presente. ¡Pero eso sí! En nuestra alma vivirá eternamente porque ese es el amor nuestro, eterno y latente.
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Carmen
Alma de Alma
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