Soy luz.
Cada noche miro a la luna, su luz me da un consuelo, por muy oscura que esté la noche sé que va estar mi luna.
Cada día las emociones salen; alegría, tristeza y todo eso es un cúmulo de emociones, que muchas veces reprimidos nuestro enojo por no dañar o la verdad por no tener mas problemas.
Así es el ser humano lleno de imperfecciones y creencias, pero ¿el ser humano conoce la luz?
La luz no es la de un foco ni la de un sol, menos la luz de la luna, la luz es nuestro espíritu.
¿Qué hacemos con nuestro espíritu? Lo llenamos de odios y no de perdón, lo llenamos de materialismo y no de humildad.
La luz duele por que tienes que pasar y afrontar tu realidad, ver realmente lo que eres y con eso de verdad conocerte.
Autor;
Hernández Rafael José Maria.
El poeta de la eterna soledad.
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