LAS COSAS DE MI ABUELITA

LAS COSAS DE MI ABUELITA
Por : José Miguel Pérez Amézquita
Puertorriqueño

Hoy me he puesto a recordar las cosas de mi abuelita,
que es la mejor escuela, que se adquiere de la vida;
nunca olvido que gustaba moler su propio Café,
y en la tarde lo colaba a la hora de las tres.

Aquel aroma quedaba como esparcido en el aire,
y sin tomar un pocillo, allí no quedaba nadie;
cultivaba la malanga,el plátano y la yautia,
a la sombra del cosecho que daba su propia tala.

No había quien se jodiera, con tan dulce y bella vieja,
pues te gritaba ¡ Centella aa ! y te daba con la azada;
hasta comadrona éra y cantaba los rosarios,
Ganándose el respeto, de todo aquel vecindario.

Un día como a las dos o tres de la madrugada,
la vinieron a buscar y tuvo que salir corriendo;
porque había una mujer que ya se estaba pariendo,
y hasta un susto en el parto, me dijo que ella pasó.

La mujer le abrió las piernas para soltar el muchacho,
y para el asombro de ella, no éra uno, éran dos;
ella se acomodó para enseguida bañarlos,
pero la mujer seguía y otros dos más le zumbó.

Así éra mi abuelita, a la que todos querian,
tan aferrada a valores y principios de la vida;
por ella lloran mis ojos, pero siento la alegría ,
porque sé que ahora estará, cocinándole a mi Dios.

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José Miguel ( Chemiguel )Pérez Amézquita