Me gusta cuando me posees entre tus brazos, en ellos me siento tan segura, los suspiros nos invaden desahogando así estos sentimientos que se adueñan de nosotros.
Tú... eres ese amor que hoy reflejo en cada poro de mi ser,eres quien hace que mi mente y mi cuerpo te deseen.
Mis noches son apasionadas con solo pensarte, sabes que te amo con la grandeza de aquel que fue mi primer amor, pero tú incomparable por que has cambiado mi vida haciéndome olvidar aquello llamada rutina y sonreír a través de tu sonrisa.
Ven desbordante en mi y que estos delirios que me invaden cuando no estás, se deshagan en tu fuego; me quemaré en tu cuerpo y sentirás mi piel desnuda donde mi respiración la aceleras y tus músculos y los mios bailaran al compás de nuestros movimientos, donde con tus manos y tus piernas le das el ritmo a mis caderas.
La invasión de tus manos y sentirte tumbado entre mis piernas, entre jadeos, gemidos y besos palpas mis ganas y te pierdes entre mis curvas, esculpiendo y marcando así tus labios ardientes en cada rincón de mi cuerpo, porque dulce es saborear el éxtasis de tu piel completamente mía.
No existe nada que interrumpa nuestro tiempo perfecto que baja el ritmo cuando terminamos saciados y con tus ojos alumbras mi cielo y mi infierno.
Tú... eres ese amor que hoy reflejo en cada poro de mi ser,eres quien hace que mi mente y mi cuerpo te deseen.
Mis noches son apasionadas con solo pensarte, sabes que te amo con la grandeza de aquel que fue mi primer amor, pero tú incomparable por que has cambiado mi vida haciéndome olvidar aquello llamada rutina y sonreír a través de tu sonrisa.
Ven desbordante en mi y que estos delirios que me invaden cuando no estás, se deshagan en tu fuego; me quemaré en tu cuerpo y sentirás mi piel desnuda donde mi respiración la aceleras y tus músculos y los mios bailaran al compás de nuestros movimientos, donde con tus manos y tus piernas le das el ritmo a mis caderas.
La invasión de tus manos y sentirte tumbado entre mis piernas, entre jadeos, gemidos y besos palpas mis ganas y te pierdes entre mis curvas, esculpiendo y marcando así tus labios ardientes en cada rincón de mi cuerpo, porque dulce es saborear el éxtasis de tu piel completamente mía.
No existe nada que interrumpa nuestro tiempo perfecto que baja el ritmo cuando terminamos saciados y con tus ojos alumbras mi cielo y mi infierno.
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