“Lejanía en navidad”
Parte 5
…La vida es tan injusta,
pero todo tiene su precio,
cuanto más lejos estés,
“más grande es aprecio”.
Apreciar con melancolía,
las cosas que tenías,
y ahora en la distancia,
“por volver a tenerlas cuanto darías”.
Y volver a tenerlo,
podrá ser algún día,
pero ahora solamente,
“nos queda recordarlo con melancolía”.
Una melancolía que se agrava,
cuando ves a las personas,
que pasan su primera navidad fuera,
“recordando cuando tú eras una de esas personas”.
Es dura la primera navidad,
cuando van llegando los días,
vas sintiendo ese vacío,
“sumergiéndote en donde nunca desearías”.
Nunca desearías estar,
solo en ese lugar,
o quizás en una situación,
“donde tanto te entristece el corazón”.
Un corazón que se sumerge,
en una tristeza desmesurada,
que ni tomando licor,
“ese momento no se supera con nada”.
Un momento tan amargo,
que el azúcar más dulce,
que se convierte en hiel,
“por la tristeza que se produce”.
Una tristeza que te atrapa,
que ni los recuerdos felices,
te pueden levantar la moral,
“del dolor que te produce”.
Un dolor tan intenso,
que aunque intentes,
tragarte tu propia saliva,
“solo puedes atragantarte”.
Y no se sabe realmente,
lo que de verdad se siente,
hasta que no se sufre,
“cuando uno es el ausente”.
Porque estando ausente,
en un día tan especial,
es un sentimiento encontrado,
“escuchar sus voces al llamar”.
Al poder escuchar,
sus voces al saludar,
sientes un ahogo,
“entre lágrimas y nostalgia no puedes respirar”.
Unas lágrimas que no sabes,
si son de dolor,
o de emoción contenida,
“pero te dejan sin respiración”.
Al quedarte sin respiración,
no puedes contestar,
cuando ellos te dicen,
“una muy buena feliz navidad”.
Sería una feliz navidad,
si los pudieses abrazar,
dándoles un abrazo,
“compartiendo juntos la felicidad”.
Una felicidad que se convierte,
en un puñal de tristeza,
cuando el ausente,
“pone a volar su cabeza”.
Una cabeza que recorre,
el océano en momentos,
volando por las nubes,
“llevado por sus sentimientos”.
Unos sentimientos que vuelan,
impulsados por la nostalgia,
respaldados por la melancolía,
“deseando que llegue el nuevo día”.
Un día nuevo que sea capaz,
de hacernos de levantar,
reponer nuestra estima,
“aunque se nos caiga el mundo encima”.
“Una nochebuena lejos de tus seres queridos es una condena difícil de superar”.
…continuará parte 6…
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)
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