Entre el filo de las copas.
Mí mente viaja sobre el vaivén del péndulo del tiempo ,entre copa y copa delira un espejismo en el sótano del pensamiento mil demencias.
El alcohol supirita mí soberbia se emborracha mí conciencia.
Mi pensamiento adormecido se enloquece en la soberbia adormecida del trago envenenado que desgarra gota a gota a mi garganta mí garganta .
Mí sangre se agita, mí corazón se exalta.
Los recuerdos toman por asalto mis sentidos en el filo de una copa.
Mis ojos enrrijecidos te ven en los brazos de una hipérbole besando los pétalos de tú boca devorando el néctar exquisito de tus labios de rosa .
El Dios baco de los celos rebasa los límites de mis instintos asesinos.
Desfila el aguardiente como cascada envenenada por los poros de mi lengua embriagando mis sentidos con el añejo enardeciso del rojo sangre del vino.
En la pasarela de los celos de mis impulsos veo modelar tú cuerpo desnudo que explota en el volcán de la pasión de tú cuerpo.
Escucho tus gemidos en medio del silencio y la sincronía de las poses y el desenfreno del ardiente fuego del sexo .
A través del cristal de la botella te contemplo enarbolando las flamas del deseo.
La rabia inunda la paz de la fiera salvaje de los celos.
Grito exsaltado al viento tú atrevida traición.
Mis lágrimas borrachas mojan el espejo de mí hombría inundando con mí llanto la copa delirante de licor.
Me suicido en mis angustias ,me ahogo en mí dolor.
Mis celos enfermizos me acribillan sin pasión .
Sobre la cama duerme el insomnio de una bella dama.
Del lago de sus ojos sus lágrimas derrama .
Espera impaciente las caricias de su amado .
En medio del telón de la mañana se escucha el arrastre de los pasos cansados del animal salvaje de coraje contagiado.
El corazón de la princesa teje la esperanza de un bello sueño.
Abre la puerta suavemente con su sonrisa de marfil a flor de labios y las ansias de tenerlo.
Como depredador satánico con la rabia entre sus manos ,asfixia el aliento enamorado desplomando su alma inocente a los pies del espíritu homicida que solfea sobre la olas del alcohol y el espectro homicida el engendro de celos.
Vuela la santidad de su espíritu a la eternidad de lo desconocido.
Mientras como depredador suicida se lanza en picada el asesino alucinico sobre el cuerpo inerte ya sin vida como alma en pena arrepentido.
Se revuelca como un loco por fango adormecido queriendo retroceder el tiempo como un tonto por la rabia de los celos,se desangra en su dolor por el el error que ha cometido ,mientras estila por sus poros el aroma pestilente del alcohol que lo hace desangrarse gota a gota por haber segado de la vida a su ser querido.
Rompe con su llanto las barreras de sonido como un loco perdido .
Autor Eduardo J Martínez Paniagua.
P,gaso.
Pais Nicaragua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario