Aprendiendo a ser poeta

Aprendiendo a ser poeta

Aprendiendo a ser poeta, olvido mis noches tan largas, 
Comienzo a escribir historias, matizadas de recuerdos,
evocando muchos caminos, que recorrí a pasos lerdos, 
dejando sus profundas huellas, entre pócimas amargas.

No quise ser gran amante, para hundirme en soledad,
empecé a hilvanar mi poema, con las briznas de cristal,
que anunciaban misteriosas, se acercaba el triste final,
de un laberinto de sombras, donde anidó mi ansiedad.

Aprendiendo a ser poeta, trato de enhebrar palabras,
las que serán poesía, porque ellas salen desde el alma,
son aquel preciso lenitivo, que deja mi existir en calma,
mientras redacta mi pluma, sobre un papel y sus abras.

No aspiro ser un escritor, como fueron Lorca o Neruda,
tan sólo quiero apuntar, lo que se guarda en mi mente,
aquellas hermosas vivencias, de un concepto diferente,
sin imitar a escritores, que muestran su gloria desnuda.

Aprendiendo a ser poeta, quiero expresarle a un amor,
que tengo mi piel marchita, pero aún vivo el corazón,
los años se van y vienen, siempre demostrando razón,
pero laceran la existencia, con mucha tristeza y dolor.

Quiero ser original con mis versos, jamás ansío lo ajeno,
quiero estar en libertad, sin que me abrace un lamento,
delinear letras preciosas y en ellas gritar lo que siento,
luego en mi imaginación, hacer un sendero más bueno.

Aprendiendo a ser poeta, no me achicaré si me critican,
utilizaré frases sencillas, que pueda dejar lo que pienso,
una vieja pasión que se va, cual fina aroma de incienso,
que nunca jamás volverán, porque al volver mortifican.

Si a la gente le disgusta, la configuración de estas rimas,
nunca dejaré que el temor, me lleve hasta el desaliento,
yo seguiré armando mis sueños, sin esperar el momento,
que la vana azulada soberbia, impida escalar mis cimas.

Gerardo Vásquez Almazán
(Tumbaco) Quito, Ecuador,
Marzo 23 del año 2018
(D.R.A.)
Imagen tomada de la Web