EL TIEMPO ES SABIO
Cuando su ausencia me regaló sin saber porque, pensé que ahí mi vida terminaba, pues mi corazón su latir gris era, mi alma ninguna emoción sentía, mi mente solo deseaba no recordar su adiós ese que nunca me dió, pero se marchó.
Toque fondo porque no sabía cómo salir de esa sombra que me abrazaba, que se presentaba como Soledad, los días pasaban y yo ni cuenta me daba que era como un robot que en un programa vivía y que en cualquier momento la batería se le iba acabar y era algo que tanto deseaba que por eso ni siquiera la recargaba.
Pero de repente pasó lo más bello que nunca me pude imaginar, entre mi soledad y mi programa, un ángel con su lindo mirar y su mágica sonrisa me hablo al oído del alma y me enseñó que la soledad es mental y el programa era creado por ese dolor que me dejaron.
Y ahora solo deseo Amarle porque me dió la bendita lección que el tiempo es sabio, pues me regreso el ánimo de vivir, de sonreír y de volver a sentir lo bello que es emocionarse divinamente.
Autora - Nancy T. Leyva
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