BENDITA CREACIÓN
Para todas las madres con amor.
Cuando Dios creó al mundo,
hizo algo especial pues perfeccionó en la mujer lo que debía ser para todos su mejor creación.
Una mujer que diera todo sin esperar nada a cambio, que pudiera dar hasta la vida por el ser que en el vientre lleva, que fuera tan fuerte como un hermoso roble, que pudiera sonreír aunque su alma llorara, unas veces de tristeza y otras de alegría.
La madre... esa mujer que es como la tierra, fértil y fecunda como no hay otra, la dulce persona que puede entregarlo todo sin reprochar jamás nada, porque lleva una corona que la distingue entre todas.
La que en sus brazos arrulla a su pequeño retoño, que lo mira con cariño y también lo mima y lo llena de besos, ese ser que nos regaló Dios para que fuéramos felices y tuviéramos la dicha de tener a una MADRE que siempre nos protegiera de todos los peligros.
No hay ser humano que se compare con ella, se distingue entre todas por su mirada tan dulce y por sus gestos de nobleza, con solo ver a un hijo crecer es feliz aunque pase penas.
Hay tantas madres en el mundo que no tienen las mismas posibilidades, pero luchan como fieras para darles a sus hijos lo mejor que ellas puedan, no importando el dolor ní tampoco el sufrimiento, dan la vida con amor si eso fuera necesario.
Por eso Madre querida en este mes que celebramos tu día, yo te rindo honor y pleitesía porque me diste siempre el calor que yo quería y el amor que necesitaba.
Muchas madres ya no están, porque con su presencia adornan, ese cielo en que Dios las espera con tanto amor porque en la tierra ya cumplieron la misión que El les dió.
hizo algo especial pues perfeccionó en la mujer lo que debía ser para todos su mejor creación.
Una mujer que diera todo sin esperar nada a cambio, que pudiera dar hasta la vida por el ser que en el vientre lleva, que fuera tan fuerte como un hermoso roble, que pudiera sonreír aunque su alma llorara, unas veces de tristeza y otras de alegría.
La madre... esa mujer que es como la tierra, fértil y fecunda como no hay otra, la dulce persona que puede entregarlo todo sin reprochar jamás nada, porque lleva una corona que la distingue entre todas.
La que en sus brazos arrulla a su pequeño retoño, que lo mira con cariño y también lo mima y lo llena de besos, ese ser que nos regaló Dios para que fuéramos felices y tuviéramos la dicha de tener a una MADRE que siempre nos protegiera de todos los peligros.
No hay ser humano que se compare con ella, se distingue entre todas por su mirada tan dulce y por sus gestos de nobleza, con solo ver a un hijo crecer es feliz aunque pase penas.
Hay tantas madres en el mundo que no tienen las mismas posibilidades, pero luchan como fieras para darles a sus hijos lo mejor que ellas puedan, no importando el dolor ní tampoco el sufrimiento, dan la vida con amor si eso fuera necesario.
Por eso Madre querida en este mes que celebramos tu día, yo te rindo honor y pleitesía porque me diste siempre el calor que yo quería y el amor que necesitaba.
Muchas madres ya no están, porque con su presencia adornan, ese cielo en que Dios las espera con tanto amor porque en la tierra ya cumplieron la misión que El les dió.
Gladys Sandoval
Derechos reservados de Autir ©
Guatemala, 1 de Mayo de 2018.
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