EL ÁRBOL Y LA LLUVIA
La lluvia no ha dormido,
pensando en el árbol olvidado,
su insomnio se ha vuelto ensoñación.
Al despertar ahí está esperándole,
su agua besa delicadamente,
sus ramas y raíces,
olvida entonces los caprichos
del sol de verano.
Ahora el árbol es verdor de esperanza,
y la lluvia se ha alejado dejando
en sus hojas su rocío,
para que brillen sus cristales
cuando llegue el atardecer.
Blanca Palacios Arévalo.
Poeta ecuatoriana.
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