¡Con cariño para ustedes!
Un abrazo grande a todas las madres del grupo! A mi madre querida ya no la tengo cerquita como antes. Pero ella siempre, siempre esta en mi!
¿Qué rosa será ésta?
Una rosa en el camino
encontré sin yo buscarla.
Era hermosa, suave y grande
que mis ojos la veían
como la flor más brillante.
Su aroma me perfumaba.
¡No me animaba a guardarla!
Pues solo la miraba,
me asustaba sacarla.
De pronto el tiempo pasó,
pero ella estaba intacta.
Lo extraño veía entonces,
el perfume perduraba,
sus espinas ya no estaban
y su hermosura no cambiaba.
En mis adentros pensé:
-¿Que rosa será ésta?
No cumple como las otras.
¡En el camino encuentras,
pero todas están marchitas!
Y esa voz, profunda y suave,
la que siempre me acompaña,
me dijo en tono amable:
-¿No ves que ella es tu madre?
¡Una madre es lo más grande,
es aquella inigualable,
la que te dio tu vida, y
la que siempre es perdurable!
María Inés Fabreau Estévez
D.R.A 7/5/2021
Seudónimo: Abelinda
Durazno.Uruguay
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