LLORÓ EL ALMA
Lloraba el alma
entre los almendros escondida,
murmurando en la noche
con la boca pequeñita.
Lloró al ver
el mundo donde ella crecía,
dondequiera que sus ojos miraban,
su corazón el miedo lo estremecía.
Violencia entre las ramas habitan
y la tierra, se enoja entre sus hojas cobrizas,
entré lo salvaje su alma destruida,
con el hacer de sus lenguas viperinas.
Perdóname madre por herirte,
por dejar tras mis pasos olvidados y cautivos,
los sinsabores de los desgarros de la vida,
que los hombres han dejado tapar con sus sonrisas.
Perdón por las horas destructivas,
donde el hombre dejó las olas confundidas,
llenando los mares de angustias y osadías
y dejó la tierra que se marchitará entre envidias.
Hoy la tierra grita y aúlla,
cómo el lobo en la luna llena,
sin ocultar su dolor y su pena,
hoy nuestro hogar derrama lágrimas secas.
Lágrimas por cada gota de lluvia
que cayó deslizándose en la ladera,
en tierra de nadie sin detener la corriente,
sin dejar brotar el renacer de la tierra.
Olivia Cortes Rubio
D.R.A. 20/4/2019
Málaga///España
Poetisa Malagueña
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