martes, 21 de diciembre de 2021

YA NO CURAN NADA


 YA NO CURAN NADA


Era un día gris, de esos días maravillosos, tristes, grises, fríos, de una luz cansada que, se arrastraba por los grises, por los azules diluidos y apagados, un día para quedarse y no salir. Yo, siempre yo, ahora quería ir a dar una vuelta, a pasear sin ir, sin salir, a estar sin ir, me repito, pensé, el pasado, buen sitio para pasear. Conocía el lugar, o eso creía, pero si, si lo conocía, veía caras, eran más nuevas, no estaban tan gastadas, algunas en el presente olvidadas, pero allí no era así, algunas se seguían resistiendo al beso otras ya no besaban ¿el sexo? Ahí el sexo en este paseo no paseaba, no es por nada pues el sexo me gustó y me gustaba, aunque ahora y con mi edad, follar o coger ya no cura nada, y después
¿Qué… qué queda después de echar una cana al aire? pues después solo te queda menos pelo y eso a mí edad, bueno que importa eso ahora, seguí paseando, me pregunté si lo hacía hacia atrás o hacia adelante, por el lio de pasear por el pasado, pues si me adentraba en él ¿paseaba hacia atrás o hacia adelante? aquí en el presente un azul claro se iba abriendo paso y jodiendo un día gris y encantador, si ese era yo, siempre yo, aprendiz de poeta, y en exclusión social, vagabundo de la vida, ¿viejo verde? Talvez en algún momento y si no tengo pelos en la lengua es, porque tu no quieres guapa, me reí al recordar el chiste, a veces los chistes se ríen de una triste verdad, como aquel, que decía algo sobre la esperanza y el otro la respondía, ah sí, esa es la puta que vive en el piso de arriba, voy a ponerme la mascarilla, no es por la pandemia, es para taparme la boca y si, si ese soy yo, el aprendiz de poeta, el jodido azul brillante ha echado a los grises, ahora brilla el sol, todavía hace un poco de frio, me vuelvo a mis letras, encuentro mi poesía sentada en un banco, tomando el sol bajo un abrigo, gordo y de invierno, está temblando, la abrazo, le doy calor, me mira de frente y me dice, poeta loco hazme reír, se un poco viejo verde, porque no vamos ni a follar ni a coger, eso a nuestra edad ya no cura nada, hagamos un fuego, que sea poesía, dejémonos que nos caliente, y que este sol ardiente se vaya y se quede en el presente, haz de viejo verde, y susúrrame al oído poesías y versos muy calientes, sin groserías, pero valientes y muy, muy calientes, seguimos hablando y componiendo versos, cayó la noche y ahora no sé, si desperté o sigo durmiendo, qué más da, a mi edad, follar o coger ya no cura nada.

Autor: Sisco F.R.G. a, / 21 / 12 / 2021 /
(todos los derechos de autor reservados)
Imagen sacada de la red

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