Un Susurro En Su Espalda
Todo comenzó, susurrando en sus oídos un arduo verso
sin querer escuchar su piel, se erizo al sentir mi aliento
en esas caricias prestadas, en palabras de tal acuerdo
qué fue el momento, en el que entendió arder su cuerpo.
Si la llama que anda su espalda desea lamer su cuello
¿qué hago? me abstengo, no me detengo, la niego, la beso
no puedo verme a su lado y no dorar, ni quedarme ciego
si siento ese embriagador aroma subiendo por su pelo.
Cada sentido se crece, agudiza el placer con su sosiego
si el tacto se anda tocando, esa sinfonía de un secreto
cómo prometo que, letra que escriba lamera mi anhelo
dando paso a ese consuelo de mi pecado más obsceno.
Cuál robando anda al deseo por morar su desenfreno
si tus labios son la iglesia, donde con los míos las rezo
ya que vivo el evangelio desde el alba, hasta mi sueño
en el que compito con Morfeo cada noche que desvelo.
Tierna poesía, plácido sexo, el brillo en sus ojos puesto
las manos moldeando sus caderas, abriendo su averno
mas de culpa se hacen dignas, al saber salir ardiendo
si cada poro es un volcán qué, con grato calor contengo.
Abrazo a la pasión, a la lujuria enterrada en su pecho
que por mucho que está arda sabe bien de lo que puedo
ya que por cada roce más quiero gozar cuánto quemo
por esa hoguera donde me deleitas pegado a tu fuego.
Poema: Un Susurro En Su Espalda
De: Esteban Bragado
Fecha: 09-01-2020
Derechos reservados ©
Santander, España.
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