Vórtice Endógeno, Reflexiones. Isaza Barcelona

 Vórtice Endógeno, Reflexiones.

Hay un eminente e innato impulso en mí:

vivo enfocado, aun coexista la adversidad

y ésta persista oscilar sus encandilantes

destellos negativos en mi esencia humana,

por esforzarme en evolucionar cada día

moldeando mi carácter, dando, a través

de su reflejo, lo mejor de sí mismo;

queriendo, si es posible tal esquema,

cuán ente esmerado, en función

de someter mi intelecto a que intente

dilucidar, comprender, descifrar

lo más intrincado que existe sobre

la faz de la Tierra;

llegando a, en su forma dúctil y avezada,

concretar ser una lumbrera.

- Sin que decante a si mismo mi analítico

mensaje, por lo menos cuando haga

usted total interpretación

en la coherencia de éste,

creo que, de forma paulatina,

podrá dimensionar cuánto potosí

ha de oscilar en los miles de escritos

creados por mi persona ... -.

Es consabido sobremanera para mí

que soy un arraigado e indefectible

poseso, en estrecha e íntima empatía

con la Palabra, sea ésta en aras

de la Oralidad y el fino e ilimitado

argumento impreso en tinta indeleble,

a una consagrada disciplina

cuya estructura estriba

bajo la sublime potestad de una

experimentativa y profusa relación

de altísima y precisa simbiosis,

cohesión, estética y retórica

en lo que respecta a mi indubitable

creatividad literaria.

Cada quien posee lo suyo...

Me refiero al bagaje literario

e intelectual; ser un evidente,

prolijo y prolífico creativo

polifacético, virtuoso e innato

es lo mío... Y ello, como endógena

e ínclita riqueza cognitiva,

la enaltezco y trasmito a los demás.

No transcribo aquello que

alguien cuente y, por ende,

lo susodicho pulule

sobre la palestra historial;

por cuanto no repito lo que alguien

haya escrito, y en lo absoluto estoy

influenciado por algún escritor,

pensador, filósofo, poeta

o analista conocido;

no me comparo, y también,

en lo concerniente a la manera

de escribir, no me interesa tener

símil característica con alguien,

así haya ganado - con mérito o no -

connotado premio alguno,

sea quien fuere aquél con el que

han elucubrar similitudes.

No poseo, no "succiono" ni hago gala

de conocimientos ajenos

(que otros me han de narrar),

los cuales, como implícito

complemento a moldearles su sentido

de coherencia, tenga que configurar

y someter a insertarles

segmentos labrados.

Escribo con estilo propio.

Sólo leo textos elaborados

por eximios pensadores,

quienes, de por sí, entronizan

un complejo y superlativo argumento

filosófico de excelsa enseñanza Universal.

Mi actividad referente a la lectura,

conlleva, en arraigo, hacia la ascendente

perspectiva de buscar eminentes efectos

y alternativas en medio de una simbiosis

ataviada de sólidos y selectos

argumentos secuenciados de analítica y,

en su matrix, contenga una profusa

enseñanza concreta e impregnada

con sobredosis de retórica,

cimbre la capacidad racional

y el pletórico discernimiento

de mi cacumen y acumen,

que potencie, reactive, vibre y altere

el hipotálamo en simultánea

con mis glándulas pineal y pituitaria:

haciendo real y sublime

metástasis metafórica

en mi estado neuro cognitivo.

Es mi respetable

y evolucionado precepto

entrelazado a su estoica postura.

Aporto, mediante la prolífica

creatividad emanada

de esa innegable Aptitud

con la cual he sido facultado,

a que la Palabra persista y expanda

su coexistente y óptimo

conocimiento mas ésta no fenezca.

Me mantengo en incesante interacción

y connivencia acuciosa con la objetiva

levitante e ínclita égida de la Semántica.

Sin animadversión de mi parte, mas no

intentando avasallar ni ser despectivo

con quienes también tengan

sus evidentes e innatas cualidades

inspiratorias, e igual por aquellos

que opten congraciarse concerniente

al oficio de investigar y transcribir.

Bien, concluyendo mi escrito,

para mí transcribir, aquello que suele

referir cualesquiera persona,

no es sino copiar lo ajeno

- aun lo exorne o disfrace

con ramificaciones o bemoles

de figuras literarias -.

Así de simple es mi opinión;

pues, poseo mis convicciones,

y sin ufano lineamiento

a ostentar la pretensión de ser un ente

predispuesto a manifestarme en actitud

peyorativa o beligerante hacia lo que

hago énfasis. Con ello, por el hecho

que es mi firme decisión esmerarme

estar deslindado de "x" género literario,

no pretendo estigmatizar nada

ni a alguien en particular.

Me disculpo ante quienes leen

y os gusta el argumento costumbrista

o juglar (ese mismo que, casi todos

los planteles educativos, bajo la batuta

de la Prefectura, coacciona

al alumnado a que ejerza lectura

en "x" obra literaria), incluso la repetitiva

y ultra trillada Materia de Historia

- cuyo contenido argumental

de este último es inherente

a algunas impositivas falacias,

dubitativos trazos insertos

sobremanera amañada y no diáfana;

lo cual, de forma absurda y premeditada,

como burda estrategia, quieren inculcar

a los demás; mas bien a incautos,

quienes no se toman el arduo requisito

temporal de analizar las cosas -.

Soy de esas notables personas

preservadoras del arraigado

e indefectible enfoque analítico,

como factible aditamento crucial,

sumo y primordial, quien me

auto acredito el adsequible mérito

de estar posicionado en ese agraciado

podio donde militan los proclives

seres pensantes, quienes nos

esmeramos por disertar y dilucidar

sobre lo óptimo que circunda la Lógica.

Algunas veces, no dilapido mi valioso

tiempo leyendo escritos superfluos

- así éstos, pertenezcan a autores

conocidos o no, y a los cuales

algunos humanos propenden

"endiosar" a toda costa -,

mas sí lo ocupo siendo acucioso lector

pero de argumento literario profundo,

y en cuyo magno portento de escrito

perciba impregnarme con una marejada

ciclónica en el cognitivo aspecto

que me devane las neuronas,

los sesos: algo supra fértil

y complejo, que, mediante

una escrutadora y avezada

hermenéutica, haga en mí

un levitante despertar y saque

de ese soso marasmo y aguda

inercia ungida de letargo,

concurrido espacio donde, quizá,

uno que otro, solemos estar inmerso

y dormitado en lo atinente de una fácil,

trillada y oscilatoria estancia abarrotada

de un conglomerado que hace muestreo

sobre lo mismo, y hasta cierto parecido

estriba lo uno con lo otro: estar creyendo

en infecundos transcritos.

Lo digo y sostengo, si se diese el caso,

si surge una editorial de renombre

la cual publique mis obras, sería ésta,

por lógica, la que ganare mucho dinero

con lo referente; y, por ende,

he de expresar que, de manera tácita,

obtendría méritos mi loable y prolija

labor literaria.

En el anonimato, puesto que soy

escritor independiente, hay conmigo

una cantera de fidedignos

e indubitables talentos por descubrir

y, con inmensa capacidad meritoria,

catapultar nuestro evidente potosí...

De tal manera que el mundo edifique,

valore y se entere de ello.

Isaza Barcelona , fáctico

y preceptivo analista asertivo,

filántropo en aras del intelecto

y de las frases románticas / filosófica