Aquellas ventanas
que no tenían cristales,
eran la nitidez luminosa
del amor,
por ellas corrían
las corrientes de aire
del destino,
y los sueños prolongados,
de la impaciencia..
No podemos esperar más
el trato carnal,
podemos ser la nada,
y tratar
de resucitar
en la boca agradecida...
Nunca dejaremos
pasar
el cielo de la necesidad,
sin preguntarnos
que el mismo aire
que transita,
tiene la mirada
hambrienta...
Perdonable son los rincones,
que tienen
nuestros cuerpos horizontales
en la noche,
que rompe la oscuridad
de tus caderas,
con vinos entregados. .
Hemos creado
un amor desgraciado
que necesita del Sur,
para que el sufrimiento
tenga más luz....
que no tenían cristales,
eran la nitidez luminosa
del amor,
por ellas corrían
las corrientes de aire
del destino,
y los sueños prolongados,
de la impaciencia..
No podemos esperar más
el trato carnal,
podemos ser la nada,
y tratar
de resucitar
en la boca agradecida...
Nunca dejaremos
pasar
el cielo de la necesidad,
sin preguntarnos
que el mismo aire
que transita,
tiene la mirada
hambrienta...
Perdonable son los rincones,
que tienen
nuestros cuerpos horizontales
en la noche,
que rompe la oscuridad
de tus caderas,
con vinos entregados. .
Hemos creado
un amor desgraciado
que necesita del Sur,
para que el sufrimiento
tenga más luz....
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